Suelo imaginar historias que me encantaría vivir, desde muy pequeño siempre me gustó escribir, ya sea mis tristezas o alegrías. Con el tiempo eso se convirtió en mi rutina, pues al escribir me libro de unos sentimientos malditos, que a veces creo son demonios que en cualquier momento me atormentan para escribir, son como voces que me torturan. Al final es un mal placentero, porque disfruto mucho imaginando y soñando. Solo espero que con lo que leas aquí te identifiques y sientas lo que yo sentí al momento de escribir.

domingo, septiembre 30, 2012

Hipotermia

Vaya que es un día ruidoso de frio,
y el frio es el extremo de mi tristeza,
de mi nostalgia, de estas ganas de explotar.

Nada dentro de mi quiere moverse,
como si esta tristeza fuese una camisa de fuerza,
como si mis pies y mis manos estuviese encadenadas,
como si mi cuerpo estuviese pegado a la habitación,
el hambre se alimenta de recuerdos,
me llena el estómago de pensamientos,
no siento hambre...

Soy energía que no se quiere transformar,
ni se quiere destruir, está estática,
consumiendose como una vela,
tengo una mezcla de sentimientos,
como si el fuego y el agua quisieran entablar amistad,
como si el agua y el aceite finalmente quisiesen unirse,
como si quisiera morir y seguir vivo...

viernes, septiembre 07, 2012

Traición.

Sentir esa sensación de estar totalmente acabado,
que las lágrimas no salen por orgullo y por dolor,
golpear la pared y no sentir nada en los nudillos.

Más acabado que nunca por quien nunca pensé que me acabaría,
mas traicionado una vez más, golpeado por la espalda,
implando una imagen con una facha de mal agradecido,
ahí es cuando recuerdo que cuando todo pasó los amigos no existen,
y aún cuando vuelve a pasar tampoco existen, no existen.

Ganas de gritar, de salir, de llorar, de limpiarme estos abrazos,
realmente no sé a quien di mi corazón, para que lo destruya
al igual que mi confianza, todo iba bien, muy bien.

Jamás me sentí tan traicionado, pero esa es la realidad.
Una vez más, traicionado.