Suelo imaginar historias que me encantaría vivir, desde muy pequeño siempre me gustó escribir, ya sea mis tristezas o alegrías. Con el tiempo eso se convirtió en mi rutina, pues al escribir me libro de unos sentimientos malditos, que a veces creo son demonios que en cualquier momento me atormentan para escribir, son como voces que me torturan. Al final es un mal placentero, porque disfruto mucho imaginando y soñando. Solo espero que con lo que leas aquí te identifiques y sientas lo que yo sentí al momento de escribir.

lunes, marzo 21, 2011

Mi Abuelo Murió

Mi abuelo murió y él me lo dijo,
me desperté la mañana de ayer,
y entré sueños escuché;
"Mi abuelo murió"
Murió y hace muy poco que lo conocía,
y quiero rendirle éste escrito solo a él,
a su memoria en donde quiera que esté,
quiero rendirle estas palabras,
estás palabras en nombre de las suyas,
porque en sus genes estaba la inspiración,
las letras, las historias que hoy me permiten escribir este blog...

Toda aquella persona que ha recibido un escrito mio,
debería sentirse afortunada, porque esas palabras fueron de un gran poeta...
Mi abuelo...
Ese señor de canas, de traje siempre limpio, de sombrero con pluma,
que a paso lento que caminaba, que nos esperaba varios años,
nos esperaba tan solo para despedirse...
Mi abuelo conversó conmigo, y le vi a sus ojos, mi abuelo en pocos días fue el mejor...
aquí está en mi corazón aunque no esté en carne....
Gracias Abuelo, por la inspiración, por las palabras, por la tranquilidad,
por la paciencia, por el amor, por la pasión, por el arte, por las lágrimas,
por ver mas allá de las cosas, por todo eso que siempre tuviste...
Gracias Abuelo, te extrañaré como te extrañé tantos años, pero estaré tranquilo,
porque sé que toda esta locura en mi cabeza estuvo en tus manos y me siento orgulloso.

Cuidalo siempre papá Dios!

"a mis chontas sus azucenas" Mi Abuelo.

domingo, marzo 20, 2011

Tus Palabras Injustas


De las 1000 veces que me equivoqué,
esta vez me quedo a la margen de tus dudas,
esta vez me quedé fuera del cuadrilátero del error,
como espectador viendo morir al resto,
apostando mi confianza,
sentando viendo golpearse a la gente.

De las 1000 veces que me equivoqué,
es injusto soportar tus palabras,
tu ira de haberme equivocado,
ahora me siento tranquilo y triste,
tranquilo en mis manos y labios,
triste en tus manos y labios,
quédate ahí parada donde estás,
no pienso demostrarte lo que no puedes ver,
está vez no me quedaré en tu casa,
me quedaré en la mía,
así no tendrás el problema de ver como me voy,
así será mas fácil para ti seguirme juzgando,
hablando con el resto de algo que yo no hice,
sé que no dirás nada,
sé que te quedarás en ese silencio,
un silencio injusto que no merezco,
sé que te quedarás con la duda,
con la duda injusta que no merezco,
pero no puedo hacer nada aunque quisiera hacer algo,
por último, no pienses que el refugio lo tengo en otros brazos,
lo tengo en mi almohada, en mi cama, en mi silencio,
no saldré corriendo porqué tu no me creas buscando quien me crea,
estoy tranquilo al saber que no mordí manzana que tu pensabas que me tentaba.

lunes, marzo 14, 2011

Reencuentro


Viajamos a Honshu por vacaciones del trabajo, íbamos en el vuelo 113
el viaje fue realmente confortable y la ciudad increible.
Llegamos a las 11:30 de la mañana y nuestro primer destino era el Monte Fuji,
yo vestía poco casual , una camisa blanca, un jean, y unos tennis baratos,
tú también llevabas unos jeans azules, zapatos blancos y una blusa negra.

Finalmente nos llevaron a los alrededores de dicho Monte, capturamos varias fotos,
era nuestro sueño hecho realidad.

- No puedo creer que estemos aquí, tan lejos de todo
- Creelo, estamos tu y yo, observando esta maravilla de la naturaleza
- Te amo
- Yo también


Finalmente decidimos volver a la costa a comer algo y observar las playas,
todo era perfecto, el clima perfecto, el día perfecto.

- ¿Sabes? Pase lo que pase, siempre te cuidaré
- No me importa si me cuidarás, me importa si pase lo que pase estarás junto a mi
- Pase lo que pase estaré junto a ti, y si te pierdes iré a buscarte en el rincón mas infinito del mundo
- Lo sé

Te observé por 5 segundos hasta que todo al rededor empezó a moverse.

- ¡Está temblando demasiado fuerte!
- Se está cayendo todo, debemos irnos de aquí ahora


Todo empezó a caer de los estantes, era un movimiento de la tierra tan fuerte, que al correr tropezamos varias veces.
Había un coche abierto sin nadie dentro, aceleré sin rumbo tratando de alejarme lo mas que podía de la costa, la gente gritaba por todos lados, se cruzaban mas coches en mi camino, hasta que llegué a un atasco, no podíamos quedarnos ahí, íbamos a morir.
Salimos del coche y corrimos como el resto de personas, todos se peleaban por huir, mi mano simplemente se amarró a la tuya y nunca te soltó, hasta que los gritos empezaron a desaparecer, sentí una gran fuerza en mis pies que me hizo caer, la fuerza del agua era tan fuerte que sin darme cuenta solté tu mano.

Saqué la cabeza del agua, agarré una puerta que flotaba y dejé que me lleve la corriente, miraba hacia todos lados y gritaba

- Sofia! ¿Estás ahí? ! ¿Me puedes escuchar? !


La puerta daba vueltas y vueltas, y al rededor solo se escuchaba nada mas que agua, de pronto sentí un fuerte golpe que hizo que me sumerja nuevamente, estaba desesperado, a lo lejos vi un bote y la corriente me llevaba hasta el, finalmente conseguí coger el borde del bote, la corriente iba tan rápido, que el corazón me decía que era mi fin.

Choque contra una casa que no se la había llevado la corriente, y en el techo estaban dos jóvenes que me ayudaron a subir.
Una vez arriba volví a gritar tu nombre con tanta desesperación dentro. Habías desaparecido, o quizá muerto.
Esa casa estaba ahí, esperándome todos estos años, ¿Para qué?
¿Para ver el fin de todo?
¿Para dejarme en medio de una corriente negra llena de destrozos y cuerpos ahogados?
Dios no podía ser tan injusto conmigo, no podía llevarse a lo que mas amo, y dejarme ahí impotente.

Finalmente, cuando no había corriente decidí subirme a un trozo de madera y llegar a tierra firme, si es que todavía existía tierra firme...

Los dos jóvenes se quedaron ahí, no entendían lo que yo decía, pero no m forzaron a quedarme. En el camino me encontré con cuerpos de mujeres, hombres y niños, y empezé a llorar y a reclamar a Dios porqué tuvo que dejarme vivo ahí sin ti...

Pasaron horas y me quedé dormido en ese trozo de madera que flotaba sin rumbo.

- Es mi esposo, ayudenlo, es mi esposo! Chris! Chris!


Sentí un fuerte golpe en mi cara que decía

- Todo está bien, esta a salvo señor
- Chris estás vivo
- Sofia!
- Pensé que estabas muerta, no puede ser, trate de buscarte pero no podía ver nada
- Nunca me iría sin ti.
- Te amo.

domingo, marzo 13, 2011

A Whisper


Hace 15 años te conocí en el silencio de las calles,
junto al ruido de la ciudad, sentada en ese café,
llevabas pantalón de colores de los sábados
un disco dormía en tu mesa, un capuchino llegaba,
me senté cerca y al mesero se le olvidó el azúcar.
¿Casualidad?
Me levanté a traerla yo mismo, y fue cuando pasé junto a ti,
me miraste y te miré como si nada, hasta que algo en ti llamó mi atención,
- ¿Amante de la buena música?
- ¿Perdón?
- Lo siento, me llamó la atención el disco que está sobre tu mesa
- Oh si, aun no lo escucho, al parecer está muy bueno.
- Estás en lo correcto.


Así poco a poco el tiempo nos amarró y conversamos sobre música,
sobre nuestras vidas, e intercambiamos números.
Empezamos a salir seguido, disfrutaba pasar el tiempo contigo,
y sin pensarlo me enamoré de ti...

Pero ahora, te miro aquí tan cerca de mí, y no, no puedo hacer nada,
te veo tan igual como siempre te vi,
te amo tan igual como siempre te amé,
los dos encerrados en este cuarto,
viendo como nuestro mundo muere...

Quisiera entregarte el aire que te faltó,
regalarte los años que me quedarán sin ti,
para que sigas aquí,
quisiera haber despertado a la madrugada,
y haberte abrazado una vez más,
quisiera nunca haber despertado,
quisiera nunca haber imaginado que hoy te irías,
que hoy me dejarías solo contra el mundo,
que hoy me empezaría a destrozar con el disco que te conocí,
con el que me enamoré de ti,
que hoy morirías a mi lado, en mis brazos, en nuestra cama...
Adios mi gran amor de café, de casualidad, de colores y calles frias.