Vaya que es un día ruidoso de frio,
y el frio es el extremo de mi tristeza,
de mi nostalgia, de estas ganas de explotar.
Nada dentro de mi quiere moverse,
como si esta tristeza fuese una camisa de fuerza,
como si mis pies y mis manos estuviese encadenadas,
como si mi cuerpo estuviese pegado a la habitación,
el hambre se alimenta de recuerdos,
me llena el estómago de pensamientos,
no siento hambre...
Soy energía que no se quiere transformar,
ni se quiere destruir, está estática,
consumiendose como una vela,
tengo una mezcla de sentimientos,
como si el fuego y el agua quisieran entablar amistad,
como si el agua y el aceite finalmente quisiesen unirse,
como si quisiera morir y seguir vivo...
domingo, septiembre 30, 2012
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