Sentir esa sensación de estar totalmente acabado,
que las lágrimas no salen por orgullo y por dolor,
golpear la pared y no sentir nada en los nudillos.
Más acabado que nunca por quien nunca pensé que me acabaría,
mas traicionado una vez más, golpeado por la espalda,
implando una imagen con una facha de mal agradecido,
ahí es cuando recuerdo que cuando todo pasó los amigos no existen,
y aún cuando vuelve a pasar tampoco existen, no existen.
Ganas de gritar, de salir, de llorar, de limpiarme estos abrazos,
realmente no sé a quien di mi corazón, para que lo destruya
al igual que mi confianza, todo iba bien, muy bien.
Jamás me sentí tan traicionado, pero esa es la realidad.
Una vez más, traicionado.
viernes, septiembre 07, 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario