Suelo imaginar historias que me encantaría vivir, desde muy pequeño siempre me gustó escribir, ya sea mis tristezas o alegrías. Con el tiempo eso se convirtió en mi rutina, pues al escribir me libro de unos sentimientos malditos, que a veces creo son demonios que en cualquier momento me atormentan para escribir, son como voces que me torturan. Al final es un mal placentero, porque disfruto mucho imaginando y soñando. Solo espero que con lo que leas aquí te identifiques y sientas lo que yo sentí al momento de escribir.

sábado, junio 12, 2010

Taza De Café


Son las 00:30 y sigo enfermo de esta mierda,
esos malditos ruidos en mi cabeza me están matando,
y pasan los minutos y sigo bebiendo esta triste taza de...
un café que desapareció en el viento
mezclado con el amargo recuerdo de Venecia,
¿Venecia?
Pasan los minutos y sigo enloqueciendo,
y ya empiezo a imaginar lugares que nunca visité,
los comparo con los lugares cuando sano exploré.

Un piano me recuerda que aun sigo un poco sano,
un piano, un piano, un piano,
un viejo piano me recuerda que cuando enfermé,
esa luz que creía iluminar la vida de este pobre infeliz,
me dejó postrado en el mas duro de los infiernos,
y vamos, aún puedo caminar, aún puedo salir,
pero aún sigo asquerosamente enfermo,
enfermo de pensar que tu mirada triste,
era una mirada falsa,
enfermo de pensar que tus labios secos,
eran labios engañosos,
enfermo de pensar que esto me consume,
me arde, me acaba...
Y tu como si nada, sigues tu maldita vida,
tu vida de engaños, silencios y orgullos,
No te atrevas a preguntar por mi,
que solo me causas asco,
y no me daría pena ponerte sal en el cuerpo,
para que mueras como una babosa...

Me tomaré esta taza de café... y te veré caer algún día...


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