Las tristezas más grandes se escriben con unas ganas de morir infinitas...
Todo es gris, casi negro, poco blanco...
Negro de luto, blanco de las pocas esperanzas que quedan... Un maldito color tibio para describir lo que siento...
Un color que me dice que estoy entre la felicidad y la locura, entre la muerte y la vida, entre lo que soy y lo que no quiero ser...
Quedan pocas ganas de seguir, de ser y no ser, de dejarme caer en el aire y sentir el impacto que veo venir siempre que se me ocurre querer salir a volar un rato, volar con las alas rotas... Sin darme cuenta que no he tenido tiempo ni quien quisiera verme en verdad volar....
Ojalá y estuviera tan lejos, olvidarme simplemente de lo que es vivir y luchar por estar de pie...
Tan acromático mi corazón...
viernes, julio 19, 2013
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