Suelo imaginar historias que me encantaría vivir, desde muy pequeño siempre me gustó escribir, ya sea mis tristezas o alegrías. Con el tiempo eso se convirtió en mi rutina, pues al escribir me libro de unos sentimientos malditos, que a veces creo son demonios que en cualquier momento me atormentan para escribir, son como voces que me torturan. Al final es un mal placentero, porque disfruto mucho imaginando y soñando. Solo espero que con lo que leas aquí te identifiques y sientas lo que yo sentí al momento de escribir.

jueves, julio 22, 2010

Puñaladas


Cada una de mis palabras te toman por el cuello,
desprevenida y te clavan una puñalada.
Tú y yo sabemos que mis palabras te acaban,
como un cuchillo que entra ligeramente en tu pecho
y va destruyendo cada una de las fibras,
cada palabra, cada historia te perturba el alma,
sabes que llego hasta el punto más crítico de tu corazón,
tan fuertes son mis palabras y tan duro el sentimiento.

¡Puñaladas! ¡Puñaladas! ¡Puñaladas!
Una puñalada en tu corazón para abrir el orgullo,
para quitar la ceguera, para acabar con el pasado,
sabes y aunque lo niegues mis palabras te gustan,
te gustaría estar en mis cuentos, y ser la que se escapa conmigo,
siente otra puñalada con este escrito,
sabes que se como conquistarte,
sabes que se cómo acabarte,
y aunque me deseches por lo lejos,
vuelves a este desecho que con palabras…
te clava puñaladas!

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